2007-01-23

Aires de San Telmo: "orquestas típicas", pura magia

Ir caminando por las calles de uno de los barrios más típicos de Buenos Aires, el romántico y nostálgico San Telmo, otrora barrio aristocrtático que diera paso hoy al bohemio rincón donde nadie debe asombrarse si de súbito, un domingo por la tarde, encuentra en sus calles estrechas de adoquines y edificios de balcones coloniales con mix de arquitectura neoclásica, barroco tardío y remarcados rococó; una albañilería espesa en motivos y adornos, puertas de bronce fraguadas como merengues greco-romanos. Todo entre tentadores aromas de la mejor tradición en pastas rellenas y sus variedades de salsas; junto a quesos maduros, rojos, de cultivos y frescos, más cerveza, pizzas a la piedra y las siempre presentes humeantes parrilladas. A la pasada tiendas y más tiendas, galerías enteras de antiguedades que transportan hasta el tibio reinado del vinilo y el éter, donde los fonógrafos y las vitrolas conviven entre lámparas de lágrimas, maletas que nunca más se abrieron, y cuanto artefacto y trozo de pasado uno pueda imaginar.

Al andar veo en las estructuras que el fierro fundido parece tan dócil como la arcilla. Ahí están siguiendo nuestro paso cabezas de león, cúpulas, relojes, cupidos y ángeles, todo lo que en Santiago la seguidilla de implacables terremotos ha ido dejando en el suelo, aquí vive en la quietud de un barrio que tiene identidad y vida propia .

Los mimos, cantantes populares y artesanos parecen personajes sacados de un realismo mágico porteño y típico... A pesar de todo eso, un mortal común y corriente como Yo, disfruta como quien camina evocando el pasado que no ha vivido y el futuro que al parecer vivió, con placer y asombro, más sin perplegia; eso hasta que doy de bruces con los acordes de un piano y tras él, una Orquesta Típica; éso sí -al menos para mí- ha sido algo muy especial. Continúo el camino embelesado por bemoles milongueados y 2X4, una cuadra más adelante un nuevo piano. Y es que ahí, en plena vereda y plantado con la propiedad de quien uno creyera siempre ha estado en ese lugar, está él con asombrosos tonos brillantes en #440 brioso, huesos blancos refulgientes , ébanos indemnes en perfecta caja acústica. Es sin duda, algo que uno debe compartir, aunque la pobreza franciscana del pixelaje y el audio digital ante la realidad, son extremadamente mezquinos, pero podrá la sensibilidad de un amante de la vida extrapolar como corresponde ... El camino se corta cuando un piano sonríe, en plena calle, te invita a hacer un alto y es que en el ir y venir de sus martillos desnudos, uno pareciera ver parir las notas y con ellas formar esa sonrisa de satiricón perfecta. El resto es entregarse al goce de violines, contrabajo y bandoneones que lloran de felicidad o tristeza, pero al parecer siempre lloran y suspiran como viudos de un tiempo que no volverá.

Más allá de la lírica que puede emanar de lo que aquí escribo, ya que en esencia lo que vi es pura y simple poesía, permítanme una reflexión. La identidad cultural de los pueblos es algo dinámico, en permanente evolución. Muchos se sorprenderían inclusive como es que muchos argentinos ven con lejanía y desdén al tango, como si fuera el baile de otra cultura y los orientales y nórdicos vienen a vivirla como si fuera la propia. Quisiera invitarlos entonces a pensar con las palabras de un tangómano chileno de excelencia: (No es José Miguel Insulza, pero tienen mucho en común)
"Nos encontramos con nuestra identidad más en la práctica que en la teoría y el tango es, primero que nada, la práctica de un baile que superó su condición de folclor para convertirse en un arte universal. Así, el tango representa nuestra identidad ante el planeta completo. Es una identidad que jamás será barrida por la globalización, porque ya forma parte de la globalización. Cuando finlandeses, japoneses o alemanes bailan tango lo sienten como algo propio: a partir de su origen popular y local fue capaz de impregnar el imaginario mundial. Es un fenómeno ciudadano, como el jazz, y tan potente como el flamenco andaluz. Astor Piazzolla tomó esta herencia y la posicionó entre las cumbres de la música clásica mundial. Por todo esto, deseo incorporar este arte como una de las expresiones de nuestra identidad con la mirada puesta en el bicentenario. Sería un acto de justicia hacia nuestra calidad de ciudadanos del Cono Sur. Veríamos aparecer así parte de nuestra identidad amplia. No es descabellado luchar para que Santiago -fuera de ser un centro financiero para Latinoamérica- sea la sede de una cumbre de tango que reúna a argentinos, uruguayos y chilenos. Esto sí sería tomarse en serio nuestro ser parte del Cono Sur."(Fernando Flores, ver artículo completo: El tango impregna nuestra identidad)

Como muestra de que esto es cierto, los turistas de todo el mudno pueden palpar estos días que una de las ciudades más milongueras y tangómanas del mundo es nuestro querido "Puerto Principal", donde existe un tango con identidad de cerros y ascensores, que por estos días Valparaíso es sin duda, la capital mundial del Tango. (ver:Valparaíso, 7ª Cumbre Mundial del Tango) Quizás sea el arte la máxima expresión de integración real y pluralismo ya que en su universalidad, no existen para el verdadero sentir de las artes transversales y democráticas, nacionalidades ni fronteras. Sólo para reflexionar.



Orquesta Típica: "Fervor de Buenos Aires"
Orquesta Típica: "La Furca"